SANTA MÓNICA, Madre de San Agustín, patrona de Balazote

Santa Mónica nació el año 331 en Tagaste, en Numidia (Argelia) en una familia cristiana, noble, pero de modesta fortuna. Recibe educación principalmente de una anciana sirviente, rígida y exigente. Pero la joven supo sacar provecho. Piadosa, amante de los pobres, modesta. A los veinte años la casan con Patricio, de familia similar a la suya, pero pagano. Y como tal se comporta: recio de carácter e infiel a su esposa. Ella lo llevó todo con amor y suavidad, así como la aversión de su suegra, con la que vivía. Mónica podía aconsejar a sus vecinas y amigas el camino de la paz que, en definitiva es el que triunfa. Así logró atraerlos a todos a conducirlos a Dios. Patricio se inscribió como catecúmeno de la Iglesia el año 370 y moría un año después, habiendo recibido el bautismo.

            El matrimonio tuvo tres hijos: Agustín (354), Navigio y Perpetua. Los dos últimos no dieron especial quehacer a su madre, pero Agustín fue una largo y dura pesadilla: Madaura, Cartago, Roma, Milán… Él vive con una mujer, de quién tiene un hijo, y se hace maniqueo. Mónica le persigue con su amor, sus lágrimas y sus oraciones. Un obispo desconocido, le dijo para consolarla: “No puede perderse el hijo de tantas lágrimas”. En una visión ella le ve venir a ponerse en su mismo lugar de regla de vida en que ella estaba. Al contárselo a su hijo, él le responde que ella se haría maniquea. Ella, fuertemente le aseguró que sería él quién se haría cristiano.

            Agustín huye a Roma, engañándola. Más tarde lo alcanza en Milán, donde el hijo ya ha cambiado mucho en sus ideas. Ya no es de la secta de Manes. Su contacto con el Obispo Ambrosio fue decisivo hasta llegar a su plena conversión. Después de unos meses pasados en la finca de Casiciaco, en cuyas conversaciones con sus amigos Agustín le hace intervenir, demostrando ella su inteligencia y su discreción. Llegó el día solemne y alegre del bautismo de Agustín: finales del mes de Abril del  387. Mónica había cumplido su misión, aquella santa mujer que en frase de su hijo, “vivía en oración y era la más solicita en la vigilancia”.

            De vuelta a África tuvo lugar en Ostia Tiberina el célebre éxtasis que nos narra Agustín: “Hijo mío, por lo que a mí me toca, nada me deleita ya sobre la tierra. No sé por qué y para qué estoy aún aquí”. Es el nunc dimittis de Mónica al ver bautizado a su hijo Agustín. De hecho, a los nueve días allí mismo moría y era enterrada, mientras su alma era llevada por Dios a ese cielo que ella tanto anhelaba. Era el año 387.

            SANTA MÓNICA PATRONA DE BALAZOTE. – Aunque ya en 1580 se le había hecho voto de celebrar su fiesta el 4 de Mayo, fue nombrada Patrona de Balazote en el año 1613. En todo este largo periodo de tiempo Balazote tuvo una fecha y fiesta clave: la celebración del XVI Centenario de su muerte. Aquel año 387 se ha remontado al 1987, día de la bendición e inauguración de la Ermita de Santa Mónica, en ese Cerro de su santo nombre.

D. Ricardo López García ( Párroco de Balazote)

 

        Las fechas de las fiestas son:

     4 de Mayo “ Santa Mónica”